El gran desconocido: El Sistema Cráneo Sacral

por | Publicaciones

Un artículo de Mario Vega (DO, TCS-D) publicado en La Revista Canaria de la Salud

Todos estamos familiarizados con los ritmos corporales conocidos y su importancia, por ejemplo el respiratorio y cardíaco, pero hoy quisiera presentaros a un gran desconocido y probablemente el causante de un gran grupo de síntomas y disfunciones, ¡El ritmo cráneo sacral! Para hablaros de él brevemente, tenemos que retroceder en el tiempo donde surge el creador de la terapia manual denominada Osteopatía, Andrew Taylor Still (1828-1917), una terapia manual de gran repercusión en nuestros días. Pero nuestra atención estará en uno de sus estudiantes llamado Dr., shutherland (1873-1954) el cual se permitió cuestionarse que si toda articulación tiene movimiento y las suturas craneales son articulaciones, por qué no, ellas también lo tendrían, y sencillamente lo investigó, dando las bases a lo que hoy conocemos como Osteopatía craneal. Él se permitió compartir lo que sentía ya que la sabiduría de sus manos le hablo sobre un movimiento en el cráneo que denominó «movimiento respiratorio primario», todo un camino se construyó a partir de su aportación. Pero la historia continua porque en 1970 en una cirugía cervical, de forma casual el médico cirujano Dr John Upledger (1932-2012) al sujetar la medula espinal y el tejido que la envuelve denominado meninges, cuál fue su sorpresa, que no podía mantenerla estable ¡Existía un Movimiento! , este descubrimiento es la explicación fisiológica de lo que percibió el Dr Shutherland, y aquí comenzó el desarrollo de una de las técnicas manual más influyentes de esta época la Terapia Cráneo Sacral.
Basada en el tratamiento sobre la movilidad del sistema Cráneo Sacral, la combinación de la función del Líquido céfalo raquídeo que baña nuestro cerebro y medula espinal y especialmente el tejido que los envuelve las denominadas meninges piamadre, aracnoides, duramadre.
Una de las principales ideas que nos transmite el Dr. John Upledger es la importancia del tejido Fascial y su respuesta ante una situación de impacto traumático (físico o emocional). Situémonos en la fisiología de forma simple de la Fascia, está compuesto por una sustancia básica, elastina y colágeno.
La sustancia básica: define la estructura a la que da forma eje: musculo, tendón, tejido visceral, etc.
Elastina: da la capacidad de flexibilidad y adaptabilidad de las diferentes estructuras.
Colágeno: es el encargado de generar tejido, cicatrización, de alguna manera de protegernos.
Ahora no podemos olvidar que la Fascia, está en contacto con todas las estructuras corporales, envuelve a las vísceras, al musculo, al sistema nervioso, arterial, está en todas partes, por lo tanto es el momento de pensar que sucederá cuando llega el Impacto del Trauma al cuerpo, una caída, una operación, las emociones, porque No!, nuestra fisiología empezara a actuar, las fibras de colágeno entre otras empezaran a hacer su trabajo de protección y cicatrización, siendo todo esto necesario para el equilibrio del cuerpo, pero creando una situación nueva para el sistema, ¡la restricción de Movilidad!, y aquí llegamos al punto más importante el ¡Movimiento!, la salud es Movimiento, la Vida es movimiento, todo estructura que pierde su Libertad, pierde su Salud.
Teniendo en cuenta estos principios empezamos a entender como diferentes situaciones traumáticas pueden desarrollar multitud de síntomas y enfermedades, en cualquier momento de nuestra vida.
Quisiera hablar un poco de una situación que genera bastante conflicto de la movilidad de nuestro Sistema Cráneo Sacral, es la experiencia del nacimiento, el Parto.
SI! llegar a este mundo es maravilloso, pero también duro para la madre y el bebe, pensemos o mejor sintamos como puede ser ese momento en el cual ese bebe esta encajado en la pelvis de su madre, está sufriendo unas contracciones que en ocasiones no son biológicas sino inducidas por la oxitoxina, que la situación externa puede ser lo suficientemente “estresante”, mucha luz en la sala, mucha gente alrededor, en definitiva la madre siente MIEDO, generando adrenalina la hormona que nos prepara para defendernos, esta situación y otras tantas posibilidades, que de forma consciente o no consciente ocurren, pueden generar una situación que necesitará ayuda externa y es cuando aparece la instrumentalización, el uso del fórceps, ventosas, entre otros medios.
Volvamos al bebe, recibiendo toda esta información y sus tejidos sufriendo una compresión más allá de la que puede adaptar, su cuerpo y el sistema cráneo sacral empieza a contraerse para protegerse, creando restricciones, adherencias, deformaciones (plagiocefalias), edemas, hematomas, roturas , llegando a la LUZ , después de una gran batalla.
Es el momento de pensar como estas restricciones afectan al sistema meníngeo que envuelve al cerebro, medula espinal y toca en alguna medida a los nervios craneales, es el momento de entender como la fijación de movilidad de alguna de estas estructuras puede crear disfunciones varias dependiendo de la zona implicada:
Describo algunos como ejemplos:
Par Craneal N Vago. Motor: faringe, corazón, pulmones, bronquios, Aparato digestivo. Sensitivo: Corazón, pulmones, bronquios, tráquea, laringe, faringe, aparato digestivo (sintomas: cólicos, estreñimiento, reflujo, problemas respiratorios, etc.)
Par Craneal N Glosofaringio. Sensitivo: 1/3 posterior de la lengua, amígdala, faringe, oído medio. Motor: estilofaríngeo, musculatura faríngea (síntomas: control de la lengua, succión, deglución).
Encefalo: dependiendo de la zona implicada cerebral, problemas de atención, hiperactividad, trastornos del lenguaje, epilepsias, etc.
Lo bonito de todo esto es que la sabiduría del cuerpo tiene la capacidad de transformar gran parte de todo estas lesiones, pero cuando no es así existen otros medios terapéuticos que la experiencia de miles de terapeutas en todo el mundo y otros tantos miles de pacientes, apoyan esta posibilidad, entre ellas la Terapia Cráneo Sacral un abordaje sutil y respetuoso, que ayuda a los recursos del cuerpo de cualquier edad a encontrar de nuevo su libertad.