Testimonio: José María Fernández

por | Testimonios

José María Fernández, violinista & docente

Necesitaríamos de la más fina poesía en boca y o pluma de grandes poetas, para poder vislumbrar y plasmar con certeza, acierto y profundidad lo inmenso y maravilloso de su trabajo. Ese trabajo que podemos calificar de perfecto, porque como todo lo excelente, contiene esa mezcla áurea entre ciencia y arte.

Creo también, que la simbiosis, la retroalimentación de Toñi con Mario y viceversa, almas mater de Cora, no hace mas que aumentar y afinar la potencia de sus terapias.

Yo, como músico, carezco de esos dones del lenguaje verbal, escrito o hablado….pero hoy es obligado y agradecido estoy, de poder transmitir en éstas líneas, todo lo que para mí supone el privilegio de poder recibir esas técnicas, capacidades, habilidades, dones, talentos y generosidad en forma de terapias sanadoras. Esas terapias a las que debo liberación y superación de mis miedos, anhelos, secretos, conflictos, dolencias, pesares…..aire,consuelo e iluminación para los dramas y tragedias de vida y muerte, de mi recorrido existencial de pobre mortal.

He de confesar que para mí, como músico y violinista, palabras tan cercanas como resonancia, escucha, conexión, vibración…..nunca habían adquirido la inmensidad sensible que suponen actualmente, hasta haber sido paciente de Cora.
Como la música, las terapias de Toñi y Mario y su universo Cora, contienen y transmiten ese elemento intangible que nos estimula y penetra como un rayo, que reconstruye nuestros átomos, que nos comunica, nos reconforta, emociona y nos forma, que coordina la mente con el alma y el corazón, que pone en su lugar todo y nos reforma.

Básicamente podemos resumir su magia, con las palabras de otro genio musical, en este caso del romanticismo, Robert Schumann:
“La misión del verdadero artista no debe ser otra que la de iluminar los corazones”

Ana y yo, nos sentimos muy afortunados y os agradecemos de la manera más sensible, honorable y sincera, vuestra Quijotesca y encomiable labor y os alentamos a que sigáis tejiendo esa red de corazones cada vez más extensa y resonante, en pro sin duda , de un mundo mejor.

Gracias Toñi y Mario. Gracias Diosa y maestro.